Mi ritmo de lecturas va mejor de lo que pensaba, pero no así el de escribir: tengo pendientes unas cuantas reseñas de libros que ya he terminado. El otro día, hablando con Chema -un gran seguidor de este proyecto- de los países de los que tengo que escribir me sugirió que reseñara el de Indonesia, un país a caballo entre Asia y Oceanía. Me pareció una gran idea, sobre todo porque aún no he leído ningún libro de Oceanía para el proyecto e Indonesia puede ser, en efecto, un primer acercamiento geográfico. Así que esta va por ti, amigo Chema.
Tierra humana, de Pramoedya Ananta Toer, es el primer libro del llamado Cuarteto de Buru, que a lo largo de sus cuatro volúmenes cuenta la historia de Minke, un joven indonesio que ha sido lo suficientemente afortunado como para recibir educación europea en la época colonial pero que al mismo tiempo es discriminado por sus compañeros por su condición de nativo. El libro arranca en 1898, con las celebraciones por la coronación de la reina Guillermina de los Países Bajos (ya que Indonesia era colonia holandesa), presentándonos a Minke como un joven inocente que poco a poco se verá envuelto en una serie de acontecimientos que le irán haciendo tomar conciencia de la opresión holandesa hacia los nativos. Para este proyecto de #200Países200Libros solo voy a leer Tierra humana, pero sin duda alguna leeré los otros tres (Hijo de todos los pueblos, Hacia el mañana y La casa de cristal) más adelante porque la historia lo merece, y mucho. Entiendo que si Tierra humana termina con Minke plenamente concienciado de las injusticias de los colonizadores, el Cuarteto de Buru al completo nos cuenta su desarrollo como líder indonesio.
Si bien Minke es el narrador y protagonista de la novela, Tierra humana cuenta con un buen número de personajes secundarios que en más de un momento arrebatan ese protagonismo ante los ojos del lector. Es el caso, sin duda alguna, de Nyai Ontosoroh, la concubina de un comerciante holandés, y a la que Pramoedya Ananta Toer dibuja como una mujer empoderada, culta, sabedora de su lugar en la sociedad y, precisamente por ello, decidida a luchar para cambiar eso. Nyai será el personaje que más influya en la toma de conciencia de Minke, y tanto es el interés que este personaje sigue suscitando hoy en día que en Indonesia se han estrenado varias obras de teatro sobre ella. Hay otros cuantos personajes secundarios que, sin llegar a ser tan interesantes como Nyai, contribuyen a crear una panorámica de lo que debió haber sido la sociedad indonesia a principios del siglo XX y todos sus contrastes: es el caso de Annelies (hija de Nyai y amor de Minke), de la profesora Magda Peters, de Robert Mellema, de los padres de Minke o de Jean Marais, un francés con una triste historia a cuestas de sus tiempos de soldado.
Cada uno de estos personajes -y otros más que dejo en el tintero- cumple una función determinada en la novela al ser los protagonistas de sucesivos episodios que despertarán la ya mencionada toma de conciencia en Minke. Así, de modo parecido a lo que pasaba en Le parachutage, Tierra humana funciona perfectamente como una novela de aprendizaje pero no solo para el personaje protagonista sino para nosotros, lectores occidentales que, por lo general, sabemos más bien poco de la historia de la época colonial en Indonesia. El final de la novela invita a pensar que Tierra humana es solo un preámbulo a lo que ha de venir en el resto de la tetralogía, así que si os leéis los cuatro libros antes que yo ya me diréis qué os han parecido.
Pero si la novela es interesantísima, más lo es aún la historia de cómo fue escrita: Pramoedya Ananta Toer, que ya había sido encarcelado por las autoridades holandesas durante la Revolución indonesia, compuso Tierra humana durante su estancia en la cárcel a raíz de la purga anticomunista en Indonesia una vez que el país había conseguido su independencia. El gobierno de Suharto, que conocía la reputación como escritor de Pramoedya, dio orden de que se le negara en prisión el acceso a material de escritura. Pero el autor contó con la ayuda de sus compañeros de celda, a quienes les contaba la historia. Llegó un momento en que la novela se había transmitido de forma oral a todos los reclusos de la cárcel de Buru (de ahí el nombre de la tetralogía), y cuando dos años después el gobierno permitió que Pramoedya volviera a escribir, el autor recopiló la historia a través de los recuerdos de sus compañeros de prisión. Una vez publicado, el libro fue traducido a más de 30 idiomas pero prohibido durante bastante tiempo en Indonesia. No es de extrañar, la verdad, dado el cuestionamiento continuo sobre la autoridad que el autor introduce en la novela.
Tierra humana – Pramoedya Ananta Toer (Txalaparta, 1994) Traducción: Auke Zeldenrust.
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Bonus track musical: Aunque la primera novela del Cuarteto de Buru fue publicada en 1980, el carácter histórico de la tetralogía completa me impulsa a compartir aquí con vosotros música tradicional indonesia. Más concretamente de la isla de Java, una de las principales islas del país, y donde transcurre Tierra humana. La tradición musical de Indonesia es riquísima, pero en el libro tiene cierto protagonismo el gamelán, un tipo de agrupación musical que en varios momentos de la novela llega a convertirse en una metáfora del propio Minke. Por todo ello os dejo aquí con esta delicia, titulada El león al acecho.
Muy contenta en conocer su trabajo, la posibilidad de junto con usted hacer esta viaje por la literatura del mundo (soy brasileña sé leer muy bien, pero escrivo muy malo tu lengua. Perdoname )
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¡Una idea genial!
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Como rellenar 700 paginas, no contar apenas nada y que suena a ya leído. Una pena.
Sigo
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